Por Frandav Lifú
La venta del territorio nacional a través de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico, ZEDE, ha sido uno de los hechos más apátridas que se han dado en el país, ya en el ocaso del segundo mandato (ilegal por donde se vea) de Juan Orlando Hernández, se inició la venta del territorio nacional en diferentes partes del país. El régimen, amparado en una nefasta ley que se aprobó cuando fungía como presidente, el señor Porfirio Lobo Sosa, y aprobada con la complicidad de los diputados del Partido Liberal de Honduras y partidos bisagras que ahora pretenden ofertarse como los mesías que salvarán al pueblo, es tan ilegal como todo lo que ha hecho esta narco dictadura, la misma, es utilizada por los corruptos y delincuentes del país que se asocian con capital extranjero para sobre explotar el territorio nacional y la fuerza de trabajo.
La venta del territorio avanza a vista y paciencia de todo un pueblo lleno de coraje pero que no se atreve a salir a las calles por sí mismo, tampoco existen líderes con poder de convocatoria para llamar al pueblo a las calles y detener la entrega inmisericorde del país al mejor postor. Peor aún, la venta del territorio permite la creación de mini estados con sus propias leyes y sus propias reglas, especulándose que el dictador correrá a ocultarse en uno de estos terruños para huir del brazo de la justicia estadounidense.
¿Cómplices o ingenuos?
Todos los días desde hace algunos meses se ven en los noticieros del país comunidades reunidas en cabildos abiertos que se pronuncian libres de las ZEDE, sin embargo, no hay nada que detenga el paso descomunal de los emporios capitalistas que avanzan engullendo lo mejor del país, al parecer, existe un acuerdo y mucho dinero de por medio; llevan al pueblo a reuniones y se emite un comunicado, no obstante, todo queda en un papel y una noticia que aparece en la prensa mediática sin tener mayor incidencia.
De esta maquiavélica estrategia también son parte los diversos candidatos presidenciales al no llamar a los adeptos a movilización nacional para revertir tan abominable acto, todos y todas dicen estar en contra de vender el territorio, pero todas y todos ocultan entre bambalinas que lo dicen del diente al labio y no les importa que nos vendan hasta el alma. El mismo sarcasmo que se utiliza con el señor de la televisión cuando hace porras por los 4 millones de seguidores virtuales, debe utilizarse con la lucha virtual contra las ZEDE. De ingenuidad es lo que menos padecen, y, solamente, manifiestan que todo se arreglará después del 28 de noviembre, o quizás, también son socios en esta nueva forma de robarse el país entero.
El pueblo debe salir a las calles
Curiosamente, la misma estrategia que se utilizó en el 2019 en la lucha de la plataforma en defensa de la salud y educación pública, es utilizada en esta coyuntura; “no queremos políticos”, tanto es así, que en la movilización del 15 de septiembre, fecha en que se cumplió el bicentenario de la Independencia de Centroamérica, muchos pusieron el grito en el cielo cuando el ex presidente Manuel Zelaya Rosales convocó a movilización en contra de las ZEDE, el resquemor fue enorme al ver las banderas del partido Libertad y Refundación de manera masiva que ondeaban a la par de la leyenda “No a las ZEDE”.
La estrategia ha funcionado, los que se oponen a que asistan los políticos es porque se oponen a ver banderas de LIBRE al igual que en el 2019, la dirigencia de LIBRE no convoca porque cree que todo se soluciona el 28 de noviembre, pero, además, todos andan activado el chip electoral. Mientras tanto; el territorio sigue vendiéndose y la lucha que se hace se diluye en el cíber espacio.
La narco dictadura sigue haciendo gala de su habilidad para desmovilizar a la población y ha conducido a la supuesta oposición a que se pronuncie en las redes, donde todo es opacado con historias circenses que se transmiten en la prensa mediática y que emboba a las personas incautas. Venderle a la población la idea de que todo se soluciona con las elecciones en noviembre es tan tramposo como los “opositores” cuando gritan “no queremos políticos”, solamente hay una forma de parar las ZEDE y es con movilización nacional. Si la lucha es virtual, no les crea, son cómplices de este descarado negocio y quizás hasta son socios. Salir a las calles es ¡ya! con banderas o sin banderas.