Por Carlos Alberto Fúnez

Al parecer, a la narco dictadura no le importa el mandato enérgico que la población ejerció el 28 de noviembre del 2021, una votación masiva con la cual se le ha pretendido poner un alto a la banda criminal que desde el 29 de junio del 2009 se apoderó del país. Ahora, la intención es extraer del Instituto Nacional de Previsión del Magisterio la cantidad de 110 millones de dólares (L. 2,700,000,000 aproximadamente) para comprar una deuda del aeropuerto Internacional de Palmerola.

Los diferentes gobiernos de turno siempre han saqueado las instituciones generadoras de dinero, así lo han hecho desde siempre, en su momento lo hicieron con BANADESA, HONDUTEL, la ENEE, el IHSS, el INFOP y ahora, cuando faltan menos de 3 semanas para que la presidenta electa Xiomara Castro asuma la presidencia de la república, dirigen todos sus tentáculos a los fondos de jubilación de los maestros.

El neoliberalismo y los fondos de jubilación

Las políticas neoliberales se resumen en entregar las instituciones y los recursos del Estado a la empresa privada, el argumento es que el Estado es ineficiente de administrar los recursos y las instituciones, además, es incapaz de eliminar la corrupción. Las políticas neoliberales en el país se iniciaron a implementar en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas (1990-1994) y las mismas, se han venido imponiendo poco a poco, a tal grado que en la actualidad, por orden del Fondo Monetario Internacional, se avanza aceleradamente por privatizar la energía eléctrica en todos sus rubros.

En los últimos 12 años en que nos ha gobernado la banda criminal encabezada por Juan Orlando Hernández, desde el Congreso Nacional que dirige  Mauricio Oliva y que controla a todo placer el Partido Nacional junto a los diputados títeres de los partidos comparsas, se ha creado toda un andamiaje legal para entregar los recursos del Estado a manos de un grupo de criminales que aliados con personajes internacionales, se han burlado de todos los hondureños.

La última mina de diamantes a la que desean incrustarle los dientes es a los fondos de los maestros, una exquisita fuente de riqueza que les da la oportunidad de realizar su último atraco en esta aventura donde se ha originado un grupo de nuevos millonarios en el país, siendo su único mérito el estar muy ligados a políticos y empresarios inescrupulosos. En un país con toda la institucionalidad penetrada por la corrupción, cualquier inversión lleva el riesgo -casi seguro- de evaporarse por arte de magia, así es que, hablar de invertir el dinero en el aeropuerto de Palmerola es garantizar que la banca privada asegure el dinero que ya invirtieron y que, ante un eventual colapso del mismo, sean fondos de ajenos los que se pierdan, en detrimento de las jubilaciones poco dignas de muchos docentes.

¿Cuál es la mejor forma de invertir el dinero de los docentes?

Es contradictorio escuchar a funcionarios y a dirigentes del gremio que repiten hasta la saciedad que el INPREMA está en quiebra, o en riesgo de quebrar, y por otro lado, no tienen ningún empacho para decir que hay que invertir el dinero. Los fondos de jubilación son para eso; garantizar que un docente después de que ha entregado toda una vida a la enseñanza pueda tener una jubilación digna, sin embargo, con la reforma a la Ley del INPREMA en diciembre del 2011 orillaron a que un maestro se muera en el aula de clases o se jubile con una ridícula pensión que ni siquiera cubre el costo de la canasta básica. Los maestros deben tener claridad que invertir el dinero del INPREMA en aeropuertos o cualquier otro rubro es correr el riesgo de que dirigentes y oportunistas empresarios se adueñen de los fondos, mientras la institucionalidad del país sea frágil, cualquier inversión implicará correr el riesgo de esfumarse, o en todo caso, originará un grupo de privilegiados que se lucrará con todos sus allegados.

La forma más segura para invertir el fondo de jubilación es prestarlo a los mismos docentes que son estrangulados por la banca privada pagando intereses altísimos, hay que invertir en la construcción de casas decentes para ofrecerlas a bajos intereses. Nadie dice aún que el INPREMA dejó se construir viviendas porque el negocio pasó a la banca privada, tal y como lo ordena el neoliberalismo.

El magisterio tiene la obligación de salir a las calles a defender lo que le pertenece, la narco dictadura inició con lucha magisterial y al parecer, se irá con el magisterio en las calles.

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