Por Tomas Andino Mencía
El gobierno: un paso adelante
Con la elección del Fiscal General y Fiscal Adjunto interinos, por parte de la Comisión Permanente del Congreso Nacional, se cierra el anillo de control/influencia del partido de gobierno sobre las principales instituciones del Estado que requiere para gobernar cómodamente: Presidencia, Junta Directiva del Congreso Nacional, Corte Suprema de Justicia y Fiscalía General del Estado. Esto significa dos cosas: que no hubo acuerdo para canjear impunidad por favores políticos; y, por otro lado, la correlación de fuerzas a nivel institucional se inclina a favor del partido de gobierno frente a una oposición que no atina a pegar un éxito político similar.
La labor despiadada que está desarrollando el Fiscal General del Estado al procesar a personajes como la ex ministra de Finanzas, Rocío Tabora, el presidente del Partido Nacional, David Chávez, así como los procesos levantados a una docena más de involucrados en actos de corrupción y violaciones a derechos humanos, como es el caso de la orden de captura contra Daniel Atala por el caso de Berta Cáceres, es el acto más osado y confrontativo del actual gobierno contra sus enemigos y adversarios; a lo que habrá que sumarle el proceso que se abrirá contra los fiscales general y adjunto desde la comisión investigadora del Congreso Nacional. Se trata de procesos históricos nunca vistos.
La oposición burguesa: un paso atrás
Frente al férreo control que Luis Redondo ha impuesto en el Congreso, la oposición política del BOC ha intentado hasta ahora aplicar una estrategia de desafiar la institucionalidad existente con una institucionalidad paralela, convocando a sesiones paralelas del Congreso Nacional que, a pesar de tener mayoría simple, hasta ahora no han resultado efectivas, sencillamente porque no han sabido “pegar botones”. Tremendos errores han cometido al hacer convocatoria tardía cuando ya la ley no permite reuniones del pleno del Congreso, o nombrar directivos del Congreso Nacional que no le corresponde nombrar, con lo cual se exponen más bien a sanciones judiciales. Además, de muy poco o nada sirve que tomen decisiones “paralelas” si no las va a sancionar el ejecutivo ni van a ser publicadas en La Gaceta ni tendrán presupuesto. Las amenazas de no aprobar el presupuesto tampoco es un gran problema para el gobierno, pues por ley el presupuesto del presente año se debe entonces repetir para el próximo año, si no hay un acuerdo legislativo.
Lo que se observa más bien es que el BOC está dando señales de desintegración con la reciente decisión del Partido Liberal de no acompañarlo, para evitar el desprestigio de ser asociado en los mismos espacios con un Partido Nacional en franca bancarrota, hoy en desbandada hacia Nicaragua o cayendo uno a uno en juicios o en prisión. Más pareciera que LIBRE se encamina a restaurar la alianza con el liberalismo con lo cual garantizaría una gobernabilidad en el Congreso capaz de romper la mayoría legislativa que por ahora tiene la oposición. Si esto se consolida, sería el derrumbe de la oposición legislativa en el Congreso.
La estrategia de la embajada gringa
Esta debilidad mostrada por un BOC moribundo, trata de ser compensada o complementada con cinco medidas de política por parte de los actores internos y externos que se oponen al actual gobierno, en especial la cúpula empresarial y algunas ONG, bajo la dirección de la embajada gringa.
Una de esas medidas es estimular la movilización social impulsada por el empresariado y organizaciones de “sociedad civil” contrarias al gobierno en algunas regiones, como ocurrió con la movilización desarrollada en Olanchito y en Choluteca. Es decir, el BOC esta en la línea de ganar la calle porque, como bien dicen, plagiando la famosa consigna de Tomas Nativi “en las calle está el poder”
La segunda medida de hacer oposición es promover el protagonismo de actores internacionales para que den la cara por la oposición interna; tal como lo hace la embajadora de Estados Unidos dando declaraciones cada vez más injerencistas, pero también senadores norteamericanos, voceros de organismos de derechos humanos influidos por los norteamericanos, entre otros, quienes ahora con facilidad se pronuncian contra el actual gobierno, pero que eran reticentes a hacerlo durante el narco gobierno de JOH. No por casualidad Nasralla y otros diputados del BOC viajan ahora con frecuencia a Estados Unidos para hacer lobby con los sectores más conservadores de aquel país.
La tercera medida es una política de provocación impulsada por la embajadora gringa dando declaraciones cada vez más injerencistas sobre asuntos de política interna nacional. Tal parece que el propósito de la embajadora es provocar una medida drástica del gobierno hondureño en respuesta a su abierto e inaceptable injerencismo; con lo cual, a su vez, justificaría a Estados Unidos para tomar una contramedida también drástica, que aumente las dificultades del gobierno de ejecutar sus planes. Algunas de estas medidas pueden ser: la imposibilidad de acceder a la Cuenta del Milenio; el corte de la asistencia de su agencia de cooperación USAID, una entidad con poderosa influencia económica en todos los sectores de la economía y la sociedad, así como en la actividad institucional del gobierno nacional y de las municipalidades; retrasar el desembolso de créditos de la banca multilateral, ya comprometidos con el gobierno, entre otras.
Una cuarta medida es que la Embajada USA se encuentra en una frenética carrera, con muchos dólares de por medio, para reclutar organizaciones de sociedad civil que lleven la voz cantante de una oposición social contra el gobierno a partir del próximo año, buscando ser la titiritera detrás de los movimientos sociales opositores.
Y una quinta medida es orquestar una campaña mediática constante para relevar los aspectos negativos del gobierno y minimizar sus logros, contando con las principales cadenas corporativas de comunicación en manos de la burguesía opositora, e incluso de algunos medios independientes.
La meta de la embajada: sacar al gobierno en las próximas elecciones… si puede.
Todas estas medidas apuntan a generar condiciones para cumplir dos metas: Una, que el gobierno de Xiomara no logre alcanzar las metas económicas y sociales para cumplir con sus promesas de campaña. Y dos, generar un clima de descontento social y político de cara a las próximas elecciones primarias y generales, que inician el próximo año, en ambos casos para impedir su continuidad en el poder.
A partir del próximo año buscaran capitalizar el descontento social que existe con el actual gobierno y que esperan incrementar, por las dificultades o por las desacertadas decisiones que este ha tomado en el año y medio que lleva en el poder, en particular el descontento de las clases medias, incluso de la misma base de LIBRE, decepcionada por el tema del empleo.
Hitos que se propone alcanzar la oposición burguesa
Para avanzar el próximo año y no estancarse, la oposición planifica alcanzar algunos hitos importantes pues de lo contrario continuara en el actual estado de actividad poco efectiva.
Uno de estos hitos es remover la Junta Directiva del Congreso Nacional, en especial a Luis Redondo, o en caso de no lograrlo, al menos impedir que el Congreso funcione normalmente para que el gobierno no puede aprobar los proyectos de ley que le interesan, como es el caso del presupuesto, la Ley de Justicia Tributaria, la Ley marco de protección social, reformas al INPREMA, entre otros.
Otro de los hitos que se proponen lograr es la aprobación de reformas a la Ley Especial del Poder Legislativo, para disminuir el poder del presidente Redondo, y aprobar reformas a la Ley Electoral que le genere condiciones favorables a la oposición para derrotar al partido LIBRE; por ejemplo, mediante la segunda vuelta.
Y tal vez el más importante, la oposición necesita unificarse alrededor de un liderazgo de impacto, que no es Salvador Nasralla, quien ya se quedó solo producto de sus torpes decisiones (como hacer alianza abierta con el Partido Nacional al que satanizó en el pasado). El problema para la oposición es que no tiene fácil hacerse de un liderazgo unificador porque tiene pocas figuras aglutinantes; también porque el Partido Nacional, que tiene las más sólidas estructura partidarias, está en franco retroceso político debido a los procesos judiciales que le aplican hoy día, y como ya se dijo, los anticuerpos han comenzado a brotar entre unos partidos contra otros, como es el caso del Partido Liberal o como algunos diputados del PSH que no soporta participar junto al Partido Nacional. Menuda tarea la que tiene la Embajada para unificarlos.
La actitud del gobierno
De su lado el gobierno está con mucha más tranquilidad hoy día por los factores mencionados, pero también porque supone que la banca multilateral le proporcionará los empréstitos ofrecidos (840 millones de dólares solo del FMI), además de los recursos que haya negociado o esté negociando con la Corporación Andina de Fomento y la República Popular China, para presentar algún trofeo en la contienda electoral. La promesa del tren interoceánico, por ejemplo, puede ser la punta del iceberg de una negociación mucho mas amplia con el gobierno chino que ya se está haciendo.
Pero también al gobierno le conviene considerar algunos factores que no le favorecen. Uno de los principales retos que tiene, tal como lo analiza la Convergencia contra el Continuismo en su reciente posicionamiento, es que el gobierno no ha sido capaz en estos casi dos años, de diseñar e implementar políticas públicas de beneficio masivo a la población, que aún no ve un cambio significativo en sus condiciones de pobreza, inequidad, violencia social, atentados contra sus derechos humanos, entre otros, contrario a las expectativas que la mayoría de la población se formó sobre el actual gobierno. No es que no haya hecho nada, sino que el impacto de los avances en resolver la problemática social podría llegar tardíamente ya cuando la población haya tomado una decisión política de cara a las próximas elecciones.
Las violaciones a los derechos humanos contra defensores ambientalistas, lideres campesinos e indígenas, continúan golpeando a los más vulnerables.
Estas dificultades se incrementarán durante el año 2024, en el que inicia la campaña proselitista dentro de LIBRE, pues la tendencia será a desatender las necesidades sociales. En ese periodo las energía y voluntad de trabajo se volcará al terreno electoral, descuidando la ejecución de proyectos y planes de desarrollo, y así, cual circulo vicioso, ahondando la imagen negativa que ya tiene ganada en una parte de la población en especial entre la clase media.
Otro riesgo que existe es que, en el afán de lograr acuerdos políticos con cachurecos y liberales de cara a garantizar la elección de una Junta Directiva del Congreso Nacional en enero 2024, LIBRE negocie la elección de un Fiscal General y/o Adjunto en propiedad ´para intercambiarlo por votos en el Congreso, algo que es muy probable que ocurra con los liberales, y no es imposible que ocurra con los mismos cachurecos, hoy aterrorizados por la justicia que busca hacer el actual Fiscal General interino. LIBRE estaría tentado a recuperar así el acuerdo político que fue frustrado a mediados de este año con esas otras fuerzas. Es un riesgo porque un nuevo fiscal que ascienda bajo un pacto semejante haría una justicia condicionada, y no la que necesita el Pueblo Hondureño. Por tanto, es un aspecto sobre el que hay que estar atentos.
Finalmente, es de hacer notar que el movimiento social independiente está en una situación de postración, lo cual puede deberse a dos o tres factores: La absorción de parte del partido LIBRE de muchos cuadros, especialmente jóvenes, que fueron ubicados en la estructura gubernamental; la perdida de independencia política de muchos cuadros dirigentes sociales que no pueden separar su fidelidad al partido de su rol como dirigentes sociales; y la inexistencia de un programa de lucha y de unidad del movimiento popular.
Lo trágico de esto último es que, al haber un vacío desde la izquierda social, la derecha tiende a ocuparlo.
Como vemos, el partido LIBRE en el poder tiene ahora mejores condiciones que en el primer año de gobierno, cuando arranco prácticamente de cero. Por tanto, no hay excusa para no cumplirle al Pueblo, que tanta esperanza depositó en darle la confianza de su voto.