Por Sebastián Chavarría Domínguez
En Nicaragua ocurren cosas inverosímiles. El pasado 14 de Octubre, la bancada del Partido Liberal Independiente (PLI), de derecha, presentó ante la Secretaria de la Asamblea Nacional un proyecto de ley para regular los precios de la canasta básica.
El diputado Wálmaro Gutiérrez, presidente de la Comisión Económica de la Asamblea Nacional, calificó el proyecto de ley como una “medida de desesperación política” de la oposición, que “pretende provocar desabastecimiento, hacer que crezca el mercado negro y desincentivar a los productores” (La Prensa 20/10/2014)
A simple vista se trata de una maniobra política de una oposición que se encuentra en bancarrota, con niveles muy bajos de popularidad que se reflejan en las últimas encuestas. En esas condiciones, la bancada del PLI trata de recuperar popularidad de cara a las próximas elecciones presidenciales. Esto está muy claro.
El monopolio de AGRICORP y ALBALINISA
En el fondo, la maniobra tiene un objetivo económico: crear problemas a una de las mayores fuentes de abastecimiento económico de la burguesía sandinista. Para nadie es un secreto que con la derrota electoral de 1990, las redes de abastecimiento de los productos básicos, que anteriormente estaban en las exclusivas manos del Estado, pasaron abruptamente a manos privadas.
De esta improvisada privatización surgieron empresas como AGRICORP, producto de una alianza entre sectores burgueses tradicionales y el comandante Bayardo Arce Castaño, ahora principal accionista de dicha empresa.
Durante los 16 años del periodo neoliberal, AGRICORP ha tenido el monopolio de los productos de la canasta básica: arroz, frijoles, aceite, azúcar, jabón, etc. Y no es que AGRICORP sea dueño de grandes empresas agrícolas que cosechan estos productos básicos, sino que domina las redes de abastecimiento en los mercados y centros de expendio. He aquí el secreto de tanta fortuna y poder.
Por ello es que los precios de los productos básicos no disminuyen: A pesar que Nicaragua suscribió el tratado de libre comercio conocido como CAFTA-DR, el ingreso de productos más baratos provenientes del mercado mundial no se refleja en una baja de precios. Existe un núcleo secreto, invisible, de mucho poder, que impone precios de monopolio en el mercado. Y si algo no pueden dejar de comprar las masas populares, a pesar de la carestía de la vida, son los productos de la canasta básica.
Paralelamente, después del año 2007, se ha creado ALBALINISA, que es una empresa comercializadora de granos básicos y alimentos, destinada a la exportación a Venezuela y países del ALBA. Mientras AGRICORP controla el mercado interno, ALBALINISA controla la exportación de granos y alimentos. “A dos puyas no hay toro valiente”, reza un sabio refrán popular.
Los editoriales de La Prensa
Por la debilidad de los partidos burgueses, el diario La Prensa es el que proporciona los argumentos ideológicos de la oposición e impone la agenda política de la derecha en Nicaragua. En el editorial del día 20 de Octubre, La Prensa comentó que el proyecto de ley “(…) tienen la buena intención de favorecer a la gente más pobre del país (…) Sin embargo, en la economía los remedios de los políticos por lo general resultan peor que la enfermedad. Y en todo caso, la bancada opositora al menos debió consultar previamente su iniciativa no solo con las organizaciones de consumidores sino también con las empresariales”
En el editorial del día 24 de Octubre, La Prensa fue más allá al insistir que “Los políticos democráticos que quieren favorecer a la población más pobre deberían ingeniársela para elaborar y proponer iniciativas de política económica que realmente puedan redundar en beneficio de la gente, y no en su perjuicio como es el caso del control de precios”.
El espanto de los empresarios
Como era de esperarse, el proyecto de ley impulsado por la bancada del PLI generó el total rechazo de las cámaras empresariales agrupadas en el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP)
José Adán Aguerri, presidente del COSEP, declaró que “No hay papel que detenga las leyes del mercado” (La Prensa, 15/10/2014), y anunciaron una serie de presiones para obligar a la bancada del PLI a retirar dicho proyecto de ley.
Tenemos pues una extraña coincidencia entre el gobierno, La Prensa y los empresarios del COSEP.
Luchar por aumento de salarios
Ante la carestía de la vida los trabajadores y el pueblo no podemos confiar en las maniobras de la bancada del PLI, mucho menor apoyar los argumentos reaccionarios que hacen creer que el control de precios produce automáticamente escasez.
El único control de precios que resulta saludable a la economía es aquel que los sindicatos deben ejercer en las empresas, sobre los libros de contabilidad, para determinar cuáles son los márgenes de ganancia de los empresarios.
Paralelamente, debemos luchar por aumento general de salarios cada vez que suba el costo de la vida. Con estos dos ejes de lucha, podemos evitar el deterioro del nivel de consumo de nuestras familias.