Por Eugenio Young
El magisterio panameño acaba de protagonizar otra exitosa jornada de lucha. Año con año los maestros desarrollan duras huelgas, casi siempre para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo.
En Mayo del 2012 hubo un paro nacional del magisterio, demandando aumento de salarios. Un año después, en julio del 2013, se desarrolló un movimiento contra la privatización parcial del sistema educativo.
El Decreto No 155
Producto de estas luchas del magisterio, a inicios del año lectivo 2014,el presidente Ricardo Martinelli y Lucy Molinar, ministra de educación, anunciaron pomposamente un plan de mejoras educativas que contemplaba un aumento de 900 dólares en un periodo de 9 años, divididos en segmentos. Los aumentos serian de 300 dólares cada 3 años.
La noticia fue alentadora para el magisterio, era una especie de justicia tardía. El crecimiento económico de Panamá en el último periodo, hace posible y necesaria una mayor inversión en la educación pública, lo que implica mejorar las condiciones de vida y trabajo de los docentes.
Muchos creyeron, con justa razón, que era una maniobra electoral del presidente Martinelli, para garantizar la victoria de José Domingo Arias, candidato del gobernante Partido Cambio Democrático (CD), en las elecciones del 4 de Mayo.
No obstante, el 27 de Marzo del año en curso, el presidente Martinelli sacó a relucir las verdaderas intenciones, al emitir el Decreto No 155, publicado en La Gaceta Oficial No 27502, por medio del cual creaba el Sistema de Evaluación de los Centros Educativos (SECE). Este Decreto era aparentemente inofensivo, pero con la cobertura del lenguaje técnico imponía un régimen disciplinario extraordinario sobre el magisterio, llegando a condicionar el aumento de salarios de 300 dólares cada 3 años a una evaluación que debían hacer las autoridades del Ministerio de Educación (MEDUCA).
Estalla la huelga nacional del magisterio
El 21 de abril del presente año, el magisterio panameño volvió a luchar en las calles, contra la pretensión de condicionar el aumento de 300 dólares al salario ordinario, a una evaluación del gobierno de Martinelli.
La huelga nacional fue convocada por la unidad en la acción de casi todas las organizaciones gremiales del magisterio, entre las cuales destacan la Asociación de Profesores de Panamá (ASOPROF), Frente Nacional de Educadores Independientes (FRENEI Magisterio Panameño Unido (MPU), Asociación de Educadores Democráticos de Panamá (AEDPA).
También convocaron y participaron las organizaciones afiliadas a la Coordinadora de Unidad Magisterial (CUM): la Asociación Panameña de Educadores y Educadoras de Educación Inicial (APEEDEI), Frente Reformista de Educadores Panameños (FREP), , Unidad Magisterial Libre (UMALI), Asociación de Educadores Colonenses (ASOEDUC), Asociación de Educadores Chiricanos (AECHI), Asociación Movimiento Gremialista de Educadores de la República de Panamá (ASOMEGRERP), AECO, , APROCIFADECOP
De igual manera, convocaron y participaron la Federación de los Trabajadores de la Educación de Panamá, integrada por la Asociación de Educadores Veragüenses (AEVE), Asociación Educadores Herreranos (AEHE), la Asociación de Maestros Santeños y la ), La Asociación de Educadores Especializados del Instituto Panameño de Habilitación Especial (ASEE-IPHE).
Martinelli recula y firma acuerdos
Después de duras jornadas, que incluyeron grupos de maestros en huelga de hambre, el gobierno de Martinelli, que está en su etapa final, cedió ante la presión de los maestros.
El 23 de Mayo se firmaron los acuerdos que pusieron fin a la huelga, teniendo a la Defensoría del Pueblo como garante. El gobierno cedió y el primer aumento de 150 dólares se otorgará en el mes de Julio y los restantes 150 dólares cuando se entregue un plan de mejora de los centros educativos, el que estará a cargo del MEDUCA comprometiéndose a asumir “los costos de la implementación de los planes de mejoras elaborados por los centros educativos”
El Plan de Mejora comprende una autoevaluación. Los maestros nunca se opusieron, a ser evaluados, a lo que se opusieron tajantemente era que se condicionara el aumento de salarios a la evaluación. La demanda general fue que el aumento se incorporara al salario base. El MEDUCA se obligó a modificar el Decreto Ejecutivo 155, “a fin de que su texto exprese que concede el aumento al salario base”.
El MEDUCA se comprometió a no tomar represalias, a no aplicar descuentos contra los docentes que participaron en la huelga. Incluso, se comprometió a devolver inmediatamente los dineros descontados a los docentes durante la huelga del año 2013.
Es una victoria completa, no solo por el aumento de salarios de 300 dólares, sino porque los sindicatos magisteriales han salido fortalecidos de estas luchas. Los maestros de Centroamérica, debemos tomar el ejemplo y la experiencia de los docentes de Panamá.