Por Victoriano Sanchez
En el año 1917, teniendo como contexto internacional los combates de la primera guerra mundial, se produjo en Rusia la primera revolución proletaria triunfante. Pero los trabajadores no llegaron al poder de manera espontánea o automática, sino que la revolución rusa tuvo que transitar aceleradamente por dos fases.
La primera fase de la revolución democrática, conocida como revolución de febrero (marzo según el viejo calendario ruso) derrocó a la autocracia zarista, producto de la movilización de masas y de la rebelión de los soldados. La creación de los consejos obreros, campesinos y de soldados, conocidos como soviets, fue el elemento determinante, a pesar que en esta fase se instauró un gobierno de coalición con la burguesía. Se creó una situación contradictoria de doble poder. Por un lado, los soviets que reflejaban el nuevo poder de los trabajadores, y por el otro el gobierno de coalición con la sombra de la burguesía.
La segunda fase, la revolución socialista de Octubre (Noviembre según el viejo calendario ruso), se inició cuando los soviets finalmente tomaron el poder, dirigidos por el Partido Bolchevique, que posteriormente cambio su nombre por Partido Comunista.
Reformismo y revolución por etapas
Las teorías reformistas siempre han hecho una separación tajante de estas dos fases de la revolución, como si estuviesen desligadas una de la otra. Para justificar las alianzas con la burguesía, estos reformistas plantean que, en los países atrasados, por el rezago de las fuerzas productivas, no es posible que lo trabajadores tomen el poder y en cambio deben apoyar a la “burguesía progresista” y consolidar primero la fase de la revolución democrática.
Fue el stalinismo, después de la muerte de Lenin, quien desarrollo al máximo esta teoría de la “revolución por etapas”, que por cierto no fue la que aplicaron los bolcheviques.Si los bolcheviques hubieran hecho caso a estos planteamientos reformistas, nunca habrían tomado el poder
Las vacilaciones de la conducción bolchevique
Antes del retorno de Lenin a Rusia, el Partido Bolchevique están políticamente a la deriva, siempre impulsando la revolución, pero sin una perspectiva clara de lo que se debía hacer.
La dirección bolchevique de Petrogrado estaba encabezada por Stalin y Kamenev, quienes tenían actitud vacilante ante el gobierno provisional, conformado por los reformistas en alianza con la sombra de la burguesía. En realidad, todo el Partido Bolchevique, fue educado bajo el concepto de la “dictadura democrática de los obreros y campesinos”, la gran consigna de poder de la revolución de 1905, pero que no fue sometida a la prueba de la historia porque el zarismo logró aplastar la revolución y mantenerse en el poder.
E. H Carr, el gran historiador de la revolución rusa, (que por cierto no es socialista) nos explica esta confusión teorica en la dirección rusa del bolchevismo:“La revolución de febrero de 1917 trajo de vuelta a Petrogrado, desde Siberia y desde el exilio en el exterior, a una multitud de revolucionarios anteriormente proscritos. (…) los miembros del Soviet, con pocas excepciones, se contentaban con reconocer en los acontecimientos de febrero la revolución burguesa rusa que establecería un régimen democrático-burgués según el modelo occidental, y posponían la revolución socialista a una fecha futura aún indeterminada. La cooperación con el gobierno provisional era la conclusión de este punto de vista, que compartían los dos primeros dirigentes bolcheviques que regresaron a Petrogrado: Kamenev y Stalin.” (E.H. Carr, La Revolución Rusa: de Lenin a Stalin (1917-1929), Ediciones Altaya, 1996, páginas 13).
La actitud ante el gobierno provisional, donde estaban los reformistas, pero también la burguesía, era el asunto crucial que definiría el futuro de la revolución rusa. De igual manera, la actitud ante la guerra imperialista, era un asunto clave.
Estos eran los aspectos que más preocupaban a Lenin, quien estaba convencido que no se debían cometer errores como en la revolución de 1905, donde no se llegó a formar un gobierno provisional, como ocurrió en 1917, pero la confusa definición de “dictadura democrática” llevaba implícita la participación de la burguesía en el gobierno provisional.
El regreso de Lenin a Rusia
Lenin paso la mayor parte de su vida en el exilio, debido a la implacable represión del zarismo. No obstante, Lenin fue el dirigente bolchevique que mejor conocía la realidad rusa, la que estudiaba de manera científica desde la lejanía.
Cuando estallo la revolución de Febrero de 1917, Lenin estaba en Suiza, y a pesar que Alemania y Rusia estaban en guerra, logró atravesar el territorio alemán y llegar hasta Finlandia, que era parte del imperio ruso. No se puede comprender la revolución rusa sin la existencia del Partido Bolchevique, que reunía a lo más selecto de la intelectualidad revolucionaria y de la vanguardia obrera, educados en el centralismo democrático: amplia discusión, pero al mismo tiempo máxima centralización en la acción.
Lenin regresó a territorio ruso el 3 de abril de 1917 e inmediatamente se dispuso a librar una batalla política para enderezar el rumbo del Partido Bolchevique.
Discusiones entre dirigentes bolcheviques.
Las posiciones reformistas dentro de los bolchevique se filtraban en la prensa. En relación a la naturaleza socialista de la revolución, Kamenev criticó a Lenin: “En lo que atañe al esquema general del camarada Lenin (…) nos parece inaceptable, por cuanto su punto de partida es considerar consumada la revolución democrático-burguesa y prevé la inmediata transformación de esta revolución en revolución socialista” (Kámenev, Pravda, número 27)
Sobre la actitud ante la guerra imperialista, Stalin adoptó las posiciones del “defensismo revolucionario”, que consistía en continuar con la guerra imperialista defendiendo a Rusia contra el imperialismo alemán, pero no conquistando nuevos territorios.
Stalin escribió en Pravda lo siguiente: “Mientras el soldado alemán obedezca al Káiser, el soldado ruso debe permanecer en su puesto, contestando a las balas con las balas y a los obuses con obuses. Nuestra consigna no debe ser un ¡Abajo la guerra! sin contenido. Nuestra consigna debe ser ejercer presión sobre el gobierno provisional con el fin de obligarle (…) a tantear la disposición de los países beligerantes respecto a la posibilidad de entablar negociaciones inmediatamente (…) entre tanto, todo el mundo debe permanecer en su puesto de combate” (Stalin, Pravda, 14 de marzo de 1914).
La posición de Stalin era contraria a la postura adoptada en la conferencia internacionalista de Zimmerwald de 1915, que adoptó las posiciones del derrotismo, es decir, los revolucionarios estaban por la derrota de su propio imperialismo, por la unidad de los soldados de los diferentes países y por el desarrollo de la revolución.
Lenin publica las Tesis de Abril
Al día siguiente de su arribo, Lenin publicó las Tesis de Abril, en el diario Pravda, el día 4 de abril. El 7 de abril publicó“Las tareas del proletariado en la presente revolución”, insistiendo siempre en el mismo tema: la revolución democrática debe convertirse en socialista.
A pesar del prestigio político de Lenin, hubo resistencia a sus ideas porque se semejaban a las tesis de la “revolución permanente” que Leon Trotsky formulo en 1905. Como la resistencia permanecía entre un grupo de dirigentes, Lenin apeló a las bases del Partido Bolchevique, y convocó a la Conferencia Nacional del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) para el 20 de abril de 1917-
Las principales Tesis
1. Actitud de los bolcheviques ante la guerra imperialista. Lenin escribió una crítica directa contra Stalin: “En nuestra actitud ante la guerra, que por parte de Rusia sigue siendo indiscutiblemente una guerra imperialista, de rapiña, también bajo el nuevo gobierno de Lvov y Cía., en virtud del carácter capitalista de este gobierno, es intolerable la más pequeña concesión al "defensismo revolucionario". A pesar del derrocamiento del zarismo, la guerra seguía siendo imperialista porque el gobierno era capitalista.
Las tareas de los bolcheviques, si querían tomar el poder, eran claras: “Confraternización en el frente (…) Ningún apoyo al Gobierno Provisional; explicar la completa falsedad de todas sus promesas, sobre todo de la renuncia a las anexiones. Desenmascarar a este gobierno, que es un gobierno de capitalistas, en vez de propugnar la inadmisible e ilusoria "exigencia" de que deje de ser imperialista”.
2.- Sobre el nexo entre revolución democrática y revolución socialista. La genialidad política de Lenin puede leerse en pocas líneas: “La peculiaridad del momento actual en Rusia consiste en el paso de la primera etapa de la revolución, que ha dado el poder a la burguesía, por carecer el proletariado del grado necesario de conciencia y de organización, a su segunda etapa, que debe poner el poder en manos del proletariado y de las capas pobres del campesinado”.
Este nuevo planteamiento abandonaba la teoría de la dictadura democrática y adoptaba la teoría de la revolución permanente. Lenin rompía con la posición tradicional de los marxistas rusos que consideraban que el atraso económico de Rusia no permitía a los trabajadores tomar el poder. Las tareas democráticas, como la reforma agraria, debía hacerla un gobierno de los soviets, que eran los organismos de poder de los trabajadores.
3.- La necesidad de imponer un gobierno de los soviets.
Lenin propugnaba por la instauración de un gobierno de los trabajadores, encargado de impulsar las tareas democráticas que la burguesía rusa ya no podía resolver. Rechazaba la idea de instaurar una democracia burguesa: “No una república parlamentaria -volver a ella desde los Soviets de diputados obreros sería dar un paso atrás- sino una república de los Soviets de diputados obreros, braceros y campesinos en todo el país, de abajo arriba.
Lenin consideraba a la democracia soviética superior a la democracia burguesa.
4.- El programa de transición hacia el socialismo
Un gobierno de los soviets no podía imponer el socialismo, pero debía tomar una seria de mediad que condujeran a la meta: “Supresión de la policía, del ejército y de la burocracia. La remuneración de los funcionarios, todos ellos elegibles y amovibles en cualquier momento, no deberá exceder del salario medio de un obrero calificado.
En el programa agrario, trasladar el centro de gravedad a los Soviets de diputados braceros. Confiscación de todas las tierras de los latifundios. Nacionalización de todas las tierras del país, de las que dispondrán los Soviets locales de diputados braceros y campesinos. Creación de Soviets especiales de diputados campesinos pobres. Hacer de cada gran finca (con una extensión de 100 a 300 deciatinas, según las condiciones locales y de otro género y a juicio de las instituciones locales) una hacienda modelo bajo el control de diputados braceros y a cuenta de la administración local. Fusión inmediata de todos los bancos del país en un Banco Nacional único, sometido al control de los Soviets de diputados obreros”.
Estas ideas asustaron a algunos dirigentes bolcheviques, pero provocaron ovaciones entre los delegados que reflejaban la radicalización de las masas.
4.- Explicar a las masas
El Objetivo del Partido Bolchevique debía ser ganarse a la mayoría de las masas para tomar el poder. Para lograrlo debía actuar de la siguiente manera:“Mientras estemos en minoría, desarrollaremos una labor de crítica y esclarecimiento de los errores, propugnando al mismo tiempo, la necesidad de que todo el poder del Estado pase a los Soviets de diputados obreros, a fin de que, sobre la base de la experiencia, las masas corrijan sus errores”.
Las Tesis de Abril permitieron al Partido Bolchevique adecuarse y prepararse para la toma del poder, lo que ocurrió meses después.