Por José René Tamariz
En los últimos cuatro años (2019-2022) en Costa Rica ha aumentado de forma acelerada la cantidad de los homicidios debido al incremento de la actividad del narcotráfico y, por ende, de los grandes y mini carteles delictivos de las drogas. Actualmente, Costa Rica se encuentran a nivel de la región centroamericana en la tercera posición en cuanto a la cantidad y tasa de asesinatos. Un nivel y record histórico y peligroso tratándose del país que en alguna época se consideró uno de los países más seguros del área de América Central. Veamos.
En Honduras se registró 3.397 muertes para una tasa de crimen de 35,79 homicidios por cada cien mil habitantes, la más grande de Centroamérica; Guatemala tuvo 4.274 asesinatos y una tasa de crimines del 17,33 por cada 100.000 habitantes; para el año 2022 el número de asesinatos en Costa Rica llegó a 656 y la tasa de homicidios se ubicó en el 12,56 por cada 100.000 habitantes y en El Salvador que, en algún momento se encontraba en la primera posición de asesinatos, tuvo 496 muertes y una tasa de 7,8 homicidios por cada cien mil habitantes. De Nicaragua, no existen estadísticas y datos confiables.
Además de lo anterior, según las informaciones periodísticas el país se ha convertido en líder del continente americano en el crecimiento de los crímenes, al grado tal que “…. Costa Rica alcanzó un liderazgo inusitado en la región que reporta más homicidios en el mundo. Durante la década del 2012 al 2022, fue el país que encabezó el crecimiento en la tasa de homicidios en el continente americano, con un 48%, por encima de Estados Unidos con 38%, Haití con 34%, Jamaica con 25% y México con 23,8%”. (Semanario Universidad, 18 de enero de 2023). Esa situación crítica y dramática de la situación de inseguridad en Costa Rica era impensable en décadas anteriores. En esa década llamada “siniestra” por los medios de comunicación, mientras la población creció apenas el 10% los homicidios crecieron en un 60%.
La situación de la criminalidad es tan grave en el país que el gobierno de los Estados Unidos, recientemente, aconsejó a sus ciudadanos a tener cuidado cuando visiten Costa Rica porque se exponen al crimen. Según un comunicado “La embajada de los EE.UU. en Costa Rica informa a sus ciudadanos estadounidenses sobre los crecientes niveles de delincuencia, en particular los delitos violentos, en Costa Rica y específicamente en San José”. (Periódico La República, 2 de marzo de 2023). Esa alerta del gobierno de los Estados Unidos tiene probables consecuencias sobre la visitación y el turismo estadounidense en el país, el cuál sin duda alguna, es el que genera la mayor cantidad de divisas para esa actividad económica y la Nación. Al mismo tiempo, esa alerta del gobierno estadounidense tiene efecto dominó sobre una mala imagen de la situación de Costa Rica que, eventualmente, podría disminuir el turismo de otros países europeos.
A Mayor Pobreza Mayor Criminalidad
De acuerdo con un informe del Colegio de Ciencias Económicas “Los cantones con las mayores tasas de homicidios en el 2022 también son algunos de los más empobrecidos del país… algunas cifras cantonales de asesinatos quintuplican la tasa de homicidios del país, luego de que el año anterior fuera el más violento en la historia local… (La Nación, 2 de febrero de 2023). Por ejemplo, puerto Limón se encuentra en primer lugar de los asesinatos con una tasa de 62,85 por cada cien mil habitantes. Los cantones de Matina, Garabito y Guácimo se encuentran ubicados entre el 60 y menos de muertes por cada cien mil habitantes, mientras que el cantón y puerto de Puntarenas se ubicó en 30,58 por cada 100 mil habitantes.
Ese mismo informe plantea que “en términos generales aquellos cantones donde las personas cuentan con menores oportunidades educativas y laborales (principalmente determinantes del desarrollo humano) son presa fácil del crimen organizado”. (Ídem). Debido a esas condiciones materiales de pobreza y menores oportunidades de estudio y trabajo, miles de jóvenes se han enrolado en las filas del narcotráfico y se han convertido en los gatilleros y sicarios de los carteles del crimen organizado. Desde ese punto de vista, los gobiernos de turno son los responsables directos de esa grave y deplorable situación de una gran parte de la juventud costarricense e incuso, de cientos de familias que por necesidad se han transformado en narco-familias por sus condiciones de miseria y ruina en que han vivido.
Una gran mayoría de la población joven en Costa Rica no tiene futuro de poder mejorar sus condiciones de vida, ya que el desempleo en vez de disminuir aumenta. La desocupación pasó del 11,7% al 11,8% para un total de 287 mil personas desempleadas. Actualmente, “…Costa Rica tiene el más alto indicador de América Latina de desempleo juvenil”. (Semanario Universidad, 7 de diciembre de 2022). Asimismo, unos 1,6 millones de personas no busca trabajo porque sencillamente se desalentaron o se cansaron, de forma infructuosa, por más de un año de buscar trabajo sin encontrarlo.
De otro lado, como parte de las cifras sociales dramáticas y graves del país el flagelo de la informalidad laboral continúa creciendo en Costa Rica. De acuerdo con informes periodísticos “… Se estima que, de la población ocupada, cerca de 947 mil personas están en el sector de la informalidad, de las cuales 570.000 corresponden a hombres y 379.000 a mujeres; esto significa empleo de baja calidad, sin protección social, donde no se garantizan los derechos laborales y mucho menos la posibilidad de contar con una pensión digna a futuro”. (Ídem).
Por otra parte, es importante mencionar la grave contradicción que existe entre el nivel de combate al narcotráfico que es el más bajo en el año 2022 y los niveles de gran incremento de la ola de violencia. Según el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) “… la cantidad de personas detenidas por actividad vinculadas a las drogas en el 2022 fue de 722… Se trata de la menor cantidad en la década”. (Semanario Universidad, 8 de febrero de 2023)
Costa Rica: De la “Suiza Centroamericana” a la “Costa Pobre” Centroamericana
En décadas pasadas Costa Rica era vista en el resto de los países de América Central como la “Suiza Centroamericana”. En un artículo de la BBC del año 2015 en un artículo intitulado “Por qué Costa Rica está dejando de ser la “Suiza Centroamericana” se decía que “… aunque poco tiene que ver con el históricamente país europeo, Costa Rica a veces parece estar a años luz del Triángulo Norte de América Central, una zona que alberga a algunos de los países más violentos del mundo”. Los países del triángulo del norte centroamericano son Guatemala, El Salvador y Honduras”. Sin embargo, Costa Rica como se informó anteriormente es actualmente junto a Guatemala y Honduras el tercer país centroamericano más violento de la región centroamericana, desplazando a El Salvador. Ahora, Costa Rica se ha constituido en un “sui generis” y nuevo triángulo norte-sur del crimen organizado y del narcotráfico.
Pero, además del incremento de la tasa de homicidios en Costa Rica también se han deteriorado de forma grave varios indicadores socio-económicos, tales como el desempleo, la informalidad, el trabajo con formas de esclavitud, los altos niveles de inflación y la disminución constante de la capacidad de compra de los ciudadanos. El crecimiento económico en el país es desigual, mientras el régimen de zonas francas o especial crecieron un 11% interanual, las empresas del régimen definitivo o economía interna que constituye el sector mayoritario con un 85% del parque empresarial y que emplea a más del 90% de las personas ocupadas se encuentra en proceso de estancamiento y cuasi recesión económica, ya que existe una caída pronunciada del consumo nacional.
El presidente de la Sala Constitucional, Fernando Castillo, ha señalado que “… El gran problema de nuestro país es el deterioro social… creo que es una situación que no se le puede dar mayor atraso, es una bomba de tiempo la situación social y es un tema que hay que ponerle mucho cuidado…”. (La Nación, 27 de diciembre de 2022).
¿Cuál es la Posible Salida?
Aunque el gobierno de Chaves se ha sacudido de ser responsable de los altos niveles de la criminalidad y de la situación social y económica del país, la realidad es que durante su gestión gubernamental (mayo 2022 a marzo 2023) el crimen se ha aumentado, así como también el deterioro social y económico de los ciudadanos costarricense. El gobierno y los órganos policiales pretenden combatir la criminalidad y el narcotráfico solamente mediante la represión, sin embargo, la solución a esos graves problemas sociales pasa por tener e implementar una política social y económica que le garantice trabajo a todos los desempleados, así como posibilidades de estudio a miles de jóvenes que han sido expulsados por el sistema educativo.
Para lo anterior, demandamos el impulso y organización de un gran plan de obras pública que le dé trabajo a los miles de desocupados. Ese plan que puede consistir en la construcción de nuevas carreteras, hospitales y clínicas, escuelas y colegios, programas de vivienda de bien social para la población que viven en inmensos precarios y otras obras públicas. El financiamiento de ese plan de obras públicas se podría realizar con los gigantescos fondos del régimen obligatorio de pensión complementaria (ROP). Eso contribuiría a que esos fondos no sigan teniendo grandes pérdidas tanto a nivel nacional como internacional. El mercado costarricense está inundado de dólares que ha llevado a una apreciación de la moneda nacional. Esa inundación de dólares es, en gran parte, debido al gigantesco lavado de dólares a manos del narcotráfico. Por tanto, se debería tomar y confiscar esos grandes fondos de la narcoactividad para financiar ese plan de obras públicas, así como el mejoramiento de los servicios de salud, educación y ayuda social a las familias pobres para disminuir los niveles del narcotráfico y el crimen organizado.