Por Armando Tezucún
Las opciones que se presentaban para la segunda vuelta electoral 2015 eran muy poco auspiciosas para los intereses de los trabajadores, campesinos, indígenas, mujeres y demás sectores oprimidos y explotados de la población. Un comediante sin experiencia en política, Jimmy Morales del Frente de Convergencia Nacional-Nación, rodeado de ex militares de línea dura, apoyado por los ex patrulleros de autodefensa civil, por lo que queda de los corruptos partidos Patriota y Líder, y por un sector importante de la oligarquía. Y Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza, que fue el poder tras el trono durante el gobierno de su ex esposo Álvaro Colom (2008 – 2012), a través del control de los programas de asistencia social del Consejo de Cohesión Social, acusada del manejo poco transparente de esta institución y de aceptar dinero del narcotráfico y de empresarios que se beneficiaron haciendo negocios con el Estado; Torres se alió al empresario Mario Leal Castillo, haciéndolo su candidato vicepresidencial, para congraciarse al menos con un sector de la oligarquía.
¿El mal menor?
No pocas personas del bando democrático, progresista y de izquierda anunciaron que votarían por el mal menor, Sandra Torres y la Une, ante el peligro el retorno de los militares al poder y una reedición del nefasto gobierno del Partido Patriota.
Sin embargo, el domingo 25 de octubre la gran mayoría de los votantes eligió a Jimmy Morales. Los datos publicados por el Tribunal Supremo Electoral el lunes 26 por la tarde indican el 67.44% de los votos válidos (2.750,847) para Jimmy Morales, y el 32.56% (1.328,381) para Sandra Torres. La información indica un 1.66% de votos en blanco y el 2.49% de votos nulos. Pero esta fue una victoria pírrica para Morales y el FCN-Nación, si tomamos en cuenta que, según el Tribunal Supremo Electoral, hubo una elevada abstención del 43.65% de las personas aptas para ejercer el voto, 3.300,998. Ello reduce el porcentaje de votos recibidos por Morales al 36.40% de los votantes empadronados y al 17.57% para Torres (diario La Hora 26/10/15).
Esto significa que un 63.59% del padrón electoral no avala el triunfo de Morales en las urnas. Ello no es de extrañar si tomamos en cuenta los datos de abstención en la segunda vuelta electoral en las elecciones que se han sucedido desde la apertura democrática de 1985; en ese año se dio el mayor porcentaje de abstención, el 65.40%, y el menor en los comicios de 1995 con el 36.90%. En las anteriores elecciones de 2011, en la segunda vuelta se abstuvo el 60.83% de los empadronados (Prensa Libre, 26/10/15).
Pero si tomamos en cuenta que en la primera vuelta se dio una participación sin precedentes del 71.33%, producto de las fuertes movilizaciones contra la corrupción y el cuestionamiento del sistema político, el elevado abstencionismo significa que ni el FCN-Nación ni la UNE llenaban las expectativas de una población que exige un funcionamiento limpio del sistema democrático, con trasparencia y con cero corrupción.
Morales y el FCN-Nación tendrán que ceder ante las presiones
Por el momento el futuro gobernante tendrá que ceder ante las exigencias de los diversos sectores de presión y poder, anunciando una cruzada contra la corrupción. Los empresarios organizados en el Comité Coordinador de Asociaciones Comerciales, Industriales, Agrícolas y Financieras (CACIF) declararon a través de su presidente Jorge Briz “No queremos más gobernantes corruptos, queremos resultados de la acción gubernamental. Y esos resultados, los guatemaltecos ya perdimos la paciencia, tienen que ser inmediatos porque efectivamente enfrentamos graves problemas que necesitan soluciones puntuales” (Siglo21 25/10/15). La oligarquía, cuya negativa a pagar más impuestos es histórica, sostiene que los problemas de desnutrición, pobreza, salud y educación son causados por la corrupción entronizada en el Estado, que se lleva el 30 ó 40% del presupuesto público. Su agenda incluye cambios a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, a la Ley de Contrataciones del Estado y la de Servicio Civil, con la finalidad de eliminar nichos de corrupción que significan fuente de negocios y poder para grupos emergentes de la burguesía, nuevos ricos que son su competencia desleal.
Por ello Morales declaró: “Si bien es cierto que soy parte del sistema político, también soy parte de la inconformidad y hay un compromiso fuerte con el clamor popular para empezar a hacer las cosas diferentes. El clamor popular ahora va por las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos…Vamos a dar paso a los debidos procesos y dar independencia a los poderes y a las instituciones del país”, asegurando que la actual Fiscal General Thelma Aldana continuará en su cargo (La Hora 26/10/15).
Las prioridades anunciadas por Morales
Por lo pronto, el presidente electo anunció que en los primeros cien días de su gobierno proveerá de medicinas a los hospitales, trabajará por la educación y contra la desnutrición crónica, mejorará la moral tributaria, combatirá la corrupción y fomentará el desarrollo de la pequeña y mediana empresa; también anunció que cada mes donará el 60% de su salario como presidente para la reconstrucción de escuelas dañadas por terremotos en 2012 y 2014. Así mismo anunció que ya tuvo acercamientos con funcionarios de Estados Unidos para discutir la implementación del Plan Alianza Para la Prosperidad (Siglo21 26/10/15).
Sin embargo, la primera dificultad que encontrará Morales será un colapsado sistema de recaudación tributaria y un presupuesto sumamente ajustado y financiado con deuda, si es que logra acuerdos con el actual Congreso para que el proyecto de presupuesto 2016 sea aprobado tal como fue presentado por los funcionarios de extinto gobierno del Partido Patriota. En una reunión con la Cámara de Industria el 29 de septiembre, el entonces candidato presidencial afirmó que desconocía de dónde obtendría los recursos para financiar su programa de gobierno (La Hora 29/09/15). Ahora dice que los recursos para atender las necesidades de salud, educación, etc., saldrán de alianzas con instituciones y empresas privadas (Siglo21 26/10/15). Este triste payaso continúa con su interminable serie de declaraciones absurdas ¿qué institución o empresa va a proporcionar los miles de millones de quetzales que necesita Guatemala para solucionar estos gravísimos problemas?
Morales debe abandonar su rol de payaso y enfrentar con seriedad los problemas que dice que quiere solucionar. Aunque en realidad el futuro gobierno de Morales se verá entre la espada y la pared. A tono con la oligarquía que le ha apoyado, sostiene que no creará nuevos impuestos, a pesar de que el consejo de analistas y centros de pensamiento es que urge un nuevo pacto fiscal si es que se desea realmente solucionar los flagelos que azotan a la población en temas de salud, educación, desnutrición, infraestructura, etc. El FCN-Nación tendrá una bancada relativamente pequeña de 11 diputados en el Congreso. Para congraciarse con las corrientes que cuestionan el sistema político corrupto, Morales se apresuró a afirmar que no aceptará diputados tránsfugas en su partido (Prensa Libre 26/10/15); veremos si el tiempo no le hace tragarse esas palabras, de lo contrario, el FCN-Nación se verá obligado a negociar con las otras bancadas para que logren pasar sus propuestas en el Congreso.
La azarosa ruta del presupuesto estatal 2016
A inicios de septiembre fue entregada al Congreso por el Ministerio de Finanzas la iniciativa de Ley del Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado para 2016, con un techo de gasto de Q 72,430 millones. Se espera una recaudación de Q 54,555.8 millones, y una emisión de bonos de deuda por Q 11,060 millones, además de préstamos por Q 543 millones e ingresos no tributarios por Q 2,847 millones que completarán los fondos para la ejecución de los gastos gubernamentales.
La primera dificultad con este proyecto es la elevada deuda en bonos; la causa es que no fue posible completar la negociación de préstamos con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (que tienen condiciones más favorables que las de los bonos) debido a la crisis causada por el escándalo de corrupción del caso La Línea. Además, a mediados de septiembre la Corte de Constitucionalidad declaró inconstitucionales, a petición de las organizaciones empresariales, los impuestos contemplados para financiar el presupuesto 2015, a la telefonía, el incremento al impuesto al saco de cemento y a las regalías de las actividades mineras. Esto implica para el presente año un agujero de Q 1,844 millones en recaudación, y el presupuesto del próximo año no podrá contar con esos impuestos.
En realidad, el proyecto presupuestario para 2016 tiene un incremento de Q 1,715 millones sobre el de 2015, de Q 70,715 millones. El Ministerio de Finanzas Públicas afirmó que la asignación para el próximo año es prácticamente la misma que la de 2015, el incremento equivale a lo establecido como el pago de las deficiencias netas para el Banco de Guatemala (Siglo21 5/10/15). Las serias dificultades en la recaudación fiscal este año, que podría provocar un déficit de entre Q 4 mil y Q 4,500 millones, condujeron al MFP a incrementar el presupuesto solo en lo esencial.
Aun así, los primeros en oponerse al proyecto presupuestario 2016 fueron los empresarios, argumentando la mala administración y corrupción. La Comisión de Finanzas y Moneda del Congreso, conformada por diputados de los partidos Patriota y Líder, rechazó el proyecto y propuso que ser reduzca a Q 52 mil millones. Sin embargo, la integración de esta comisión fue seriamente cuestionada, al punto que ocho de sus miembros renunciaron y fue reorganizada con la integración de diputados de otras bancadas. Finalmente, a mediados de octubre, esta nueva comisión decidió crear una mesa técnica con expertos de centros académicos y de la sociedad civil para escuchar propuestas en torno al proyecto presupuestario 2016. Con esta comisión y esta mesa tendrá que llegar a acuerdos Morales y el FCN-Nación para lograr un presupuesto que le permita una ejecución mínima de su plan de gobierno, a pesar de que, en una nueva postura demagógica, anunció que se conforma con un presupuesto de Q 69 mil millones.