Por Marcos Galicia
Tras mantener el golpe de Estado técnico en curso, el régimen de Giammattei-Martínez prepara un golpe decisivo al solicitar el retiro de antejuicio al binomio electo del Movimiento Semilla y de las principales figuras del partido desde el Ministerio Público -MP- en el que también criminaliza a estudiantes, catedráticos, sindicalistas y miembros de la resistencia universitaria de la Universidad de San Carlos de Guatemala -USAC-.
Es propicio recordar que, en junio del presente año, la resistencia universitaria en el Campus Central de la USAC entregaba las instalaciones que fueron tomadas como medida de resistencia frente al fraude electoral en el que se eligió a Walter Mazariegos como rector de dicha casa de estudios. Ahí se generó una conferencia de prensa en donde llegaron algunos miembros del partido Semilla a mostrar apoyo a la digna resistencia universitaria.
La conferencia se transmitió en diferentes medios, principalmente en redes digitales; eso bastó al MP de Consuelo Porras para ligar a proceso penal a liderazgos de la resistencia universitaria y -de paso- inhabilitar a las principales figuras del partido Semilla. En noviembre del presente año vimos cómo se ordenó la aprehensión de alrededor de 30 personas por supuesta vulneración y violencia contra los bienes de la USAC cuando estaba tomada, concretándose 6 capturas. Mientras esto ocurre, Walter Mazariegos permitió que se eliminaran los murales históricos de las paredes de la USAC.
Este caso, como otro intento más de criminalizar a quienes denuncian la corrupción, despertó aún más el descontento de la ciudadanía, que nuevamente salió a las calles y se organizó para exigir el cese de la persecusión, que se respeten los resultados electorales y que se garantice la transición de poder el próximo 14 de enero, en donde el régimen actual debe abandonar el poder y Bernardo Arévalo y Karin Herrera deben asumir como presidente y vicepresidenta.
Asimismo, días después de que el MP anunciara esta oleada de órdenes de aprehensión, Phil Gordon, asesor de la vicepresidenta de los Estados Unidos -Kamala Harris- visita el país reuniéndose con el sector privado, sociedad civil, funcionarios gubernamentales y el presidente Giammattei y el presidente electo Arévalo. Esta visita podría interpretarse como otra señal del gobierno estadounidense en mostrar su interés en que se concrete la transición de poder en enero del próximo año.
Además, el caso de la USAC ha enfrentado varios reveses, uno de ellos fue cuando el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) realizó un peritaje lingüístico para corroborar que el binomio electo no hostigaba ni llamaba a delinquir a través de continuar la toma universitaria. El informe del INACIF comprende lo siguiente: “no se encontró evidencia concreta con características lingüísticas que connotaran o implicaran que las personas indicadas por la fiscalía indujeran directamente a estudiantes, trabajadores o personas que tienen y/o tenían tomada la Universidad de San Carlos de Guatemala a continuar con la toma de dicho centro de estudios”.
Las seis personas vinculadas a este caso recobraron su libertad debido a que el juez a cargo dictó falta de mérito por los delitos de asociación ilícita y sedición a favor de los señalados. Aunque las y los acusados seguirán ligados a proceso penal por los delitos de usurpación y depredación del patrimonio cultural. Estos reveses evidencian aún más las intenciones del régimen de evitar que el binomio electo y su gabinete asuman el poder y también para desmovilizar a los movimientos de resistencia universitaria.
El régimen busca garantizar su impunidad y evitar a toda costa la transición de poder en enero. Es por ello que dentro de la propuesta de presupuesto general de la nación para el año 2024 se contempla un aumento significativo para el MP y la USAC. Estas últimas acciones son un punto de no retorno en donde hemos visto que el régimen ha sido y será capaz de hacer todo lo que sea necesario para mantener sus privilegios y la cooptación del Estado.
Si bien esta oleada de órdenes de aprehensión generó miedo y pánico en la población, también generó fuerte rechazo que fue visible en las calles en los recientes días. El golpe de Estado sigue su curso, ya no con bombas y ejércitos, sino con abogados, jueces, magistrados y fiscales.
En las próximas semanas podríamos ver otra oleada de órdenes de aprehensión relacionadas a la toma de la USAC y también la “urgente” aprobación del presupuesto 2024 -que buscaría reducir la lucha contra la corrupción durante el gobierno de Semilla. Aun así, las fuerzas en las calles se mantienen fuertes -pese a que en ocasiones decrecen en número de participantes- y vemos cómo el régimen se comienza a quedar solo esperando la inevitable justicia.